Hablemos de metodología y planificación. Las tendencias en planificación nos llevan a la dualidad de los macrociclos estructurados y del modelo ATR, con permiso de la periodización táctica. ¿Cuál es la tendencia Barça?
Cada uno busca un diseño de planificación atendiendo un poco a las necesidades de su equipo, con los conocimientos y la experiencia que te da ese mismo diseño. A partir de haber estado en el Barcelona, de haber convivido con Paco Seirul-lo, nuestro modelo de planificación siempre se ha basado en el macrociclo estructurado. Creemos que este es el que puede favorecer más el rendimiento o las fases de rendimiento activo en los deportes de equipo.
De acuerdo pero con matizaciones. Podemos decir que el ATR es un diseño que parte de microciclos que se inician en la base de capacidades concretas como la fuerza máxima, la resistencia, o la potencia aeróbica,.. para luego ir transformar esas capacidades en los microciclos de transformación y de realización. Esta es la teoría que ambos conocemos pero muchas veces te das cuenta que el fútbol es una cuestión de saber ganar el partido al cabo de una semana o al cabo de tres días, por tanto trabajar con estos sistemas nos llevarán a que estemos trabajando mucho, pero en el partido del domingo esa transformación o esa realización no será del todo idónea.
Me gusta mucho en el sentido de que yo creo que el entrenamiento específico es la base del fútbol. El Barcelona prácticamente el 80% de la carga que hacíamos durante toda la temporada era específica. En la práctica vemos que entre las diferentes teorías hay muchas similitudes.
Tú acabas de decirlo, el todo es más que la suma de las partes. Desde esta perspectiva, en el Barça siempre entendimos que hay que hacer entrenamientos encaminados a estructurar el microciclo en función de que el domingo puedas ganar o que el equipo esté lo mejor preparado posible en ese sentido.
Trabajando esas capacidades pero de una manera muy iterativa, es decir, con sistemas de resistencia que buscan adaptarse o semejar realmente el partido de fútbol pero hacerlo a través del entrenamiento, con recuperaciones diferentes, con esfuerzos diferentes, con diferente calibre, con recuperaciones diferentes,...
Otorgando a la táctica una parte muy importante, hacerlo en función de lo que está pensando el entrenador, hacerlo en función de los principios que tiene ese entrenador, en definitiva, procesos que son parecidos a los de la periodización táctica pero en su última fase. Antes hablaríamos de temas generalizados de fuerza, de temas dirigidos o especiales que nosotros abarcamos y que la periodización táctica obvia de alguna manera. Creo que completamos un poco mejor el proceso de entrenamiento con un diseño como el nuestro o con el trabajo integral, más que con la periodización.
La técnica siempre va asociada a la táctica. Para nosotros el trabajo global incluye técnica - táctica, parte física,...nosotros no podemos hacer la diferencia. Para que haya un buen control o un juego de posición bueno, tiene que haber una técnica adecuada para que eso se de.
Debemos diferenciar las cargas ya que está claro que habrá jugadores que jugarán más partidos y otros jugarán menos. En un equipo como el Barcelona esto tendrá mayor incidencia porque juegas cada tres días durante toda la temporada. Lo primero es intentar calibrar que tipo de cargas tiene que asumir cada uno y en ese sentido valorarlo.
A nivel general o de equipo, el tipo de cargas que nosotros realizamos van en consonancia del microciclo estructurado, que son cargas muy parecidas, se compite durante todo el año, y por tanto el entrenamiento consiste en gestionar el volumen y la intensidad, haciendo oscilaciones, pequeñas sinergias del uno hacia el otro.
El jugador profesional ya tiene un bagaje y una experiencia acumulada, está formado completamente y prácticamente tres semanas o un mes de vacaciones no le exigen que tenga que realizar cargas otra vez de tipo general. Lo que hay que volver a poner simplemente en su sitio a nivel de grupo serían jugadores que rápidamente se ponen en forma y por su constitución, por su genética, y oscilar eso en función de los partidos que jueguen, y atendiendo también a otros temas que son importantísimos como son la motivación, la concentración, cómo analiza su situación dentro del terreno de juego a través de la táctica si es un jugador nuevo. Hay que entrever muchas cosas que están ahí, que se interrelacionan, pero yo creo que como preparador físico hay que saber también valorar.
Para competir, lo primero que tiene que tener es un buen estado de salud, no una buena forma porque eso en un futbolista se da por hecho. Poner a un jugador de élite en buena forma se hace rápidamente.
El volumen y la intensidad juegan todo el año en niveles muy parecidos. Nosotros las cargas de entrenamiento de lo que es sesión en sí, buscamos más intensidad que volumen a nivel de lo que es horas de trabajo o minutos trabajados- No buscamos que haya mucho volumen de trabajo pero sí que haya una intensidad grande. Esta premisa marca la sesión tipo durante la temporada.
Muchas veces se exige que el entrenador y el preparador físico sobre todo, justifiquen su trabajo en base a trabajar más en momentos en los que realmente no se necesita. Jugamos todo el año en intensidad y en volumen, pero el volumen va decreciendo al final del año porque entendemos que suscita las cargas, el stress y esto resta rendimiento competitivo.
Las jugadores llevan más de 40 partidos jugados, a un máximo nivel en competiciones diferentes. Esto está establecido y no se puede cambiar; por tanto sabes que ese jugador, esa carga la tendrá a final de temporada. Si yo estoy ejecutando un entrenamiento durante dos horas al final del campeonato, no estaré incidiendo el estado óptimo del jugador.; al revés, seré su peor enemigo.
Eso, tú lo has dicho, sobre todo a mayor volumen y con métodos inadecuados... Yo puedo utilizar una carga o puedo realizar tareas más generales en un momento dado para descargar, pero no como sistemas o como modelos para intentar que ese jugador tenga un periodo muy concreto de buena forma.
Al revés, veo bien que España haya rebajado el nivel de volumen, incluso de la intensidad en sí, pero entiendo yo que al final de temporada el volumen debe bajar aún más y que la intensidad con cargas específicas tiene que también ser la adecuada. No buscar superioridades numéricas, no buscar contenidos en los que el jugador sufra mucho; hay que atender a sus necesidades fisiológicas sabiendo que toda carga física también se va a entender al final como carga estresante, y por tanto hay que tenerlo más en cuenta que nunca.
Exacto, incluso no diría sólo esos cuatro casos. Entre la totalidad de los jugadores franceses o la totalidad de los jugadores españoles, realizando diferentes diseños de planificación como comentabas antes, te dabas cuenta de que había entre ellos un abismo a nivel físico. Yo lo interpreto como lo has interpretado tú y sinceramente los resultados ahí están. Cuando hablamos de las cargas, al final de temporada no hay que buscar el volumen, hay que jugar simplemente a tener entrenos con la misma intensidad pero con mayor cabeza.
Evidentemente, y es más, hay una cuestión psicológica muy importante. Piensa que hay jugadores que te vienen de Italia, que te vienen de otros países en los que la preparación física es muy diferente. El jugador cuando empieza a tener dudas, tú lo haces con cabeza, intentas explicarles el razonamiento del diseño y por donde van las cosas. El jugador lo acepta muy bien cuando las cosas van bien, pero hay veces que van mal, no porque su condición física sea mala y hay muchas cosas que interpretar: su adaptación al grupo, si realmente tiene esa capacidad para poder jugar en un Barcelona,...
Todas estas cosas hacen que el jugador te diga que está sufriendo y que piensa que todo pueda ser derivado de la preparación física. Entonces se busca una preparación más individualizada, explotando las cualidades que él tiene; al final tú le das lo que el quiere, individualizando su trabajo, para que esté contento. Eso sí, teniendo en la cabeza, que no vaya en perjuicio suyo ni en perjuicio del grupo. Buscar el día adecuado para hacerlo, que no vaya a suponer una sobrecarga, es nuestra tarea. Le das ese caramelo que atiende más al aspecto psicológico que a su capacidad.
Como preparador físico y en coordinación con el servicio médico valorábamos ciertos test que ellos realizaban, desde mirar los pliegues a ver si tenían más grasa o no, hasta el Omega Wave que valoraba el stress que en ese momento tiene el jugador. Utilizamos una batería de test para controlar todos los parámetros.
Por eso no buscamos el máximo porque creíamos que en un equipo como el Barcelona, como bien dices, los test de tipo máximo no tenían fiabilidad suficiente. En un test máximo puede que algún jugador considerado ‘crack' se pueda tirar de la moto en un momento dado y si el jugador se tira antes de tiempo, no habremos hecho un test como nosotros queríamos.
Pues sí, la verdad, lo que pasa es que si entrenamos en ese sentido, siempre estaremos desarrollando lo que realmente queremos: que el jugador se encuentre en una situación en el campo en la que haya menos fallos. Cuando se trabajan mucho los aspectos de toma de decisiones, los aspectos técnicos ligados a cuestiones tácticas, lo que buscas se encuentre en la mejor situación para resolver esos problemas.
El FC Barcelona es un equipo en cuyo sistema la técnica y la táctica van unidas en función de un sistema que se ha estandarizado bastante como es el 4-3-3 que tiene una serie de variantes pero que no deja de ser un juego de posición en la que la participación del jugador no compromete las capacidades condicionales.
El trabajo individualizado lo vemos desde dos perspectivas. Una es la parte condicionada: si ha tenido lesiones o el jugador no la encuentra la forma, los preparadores físicos tenemos que trabajar con él, condicionados y alejándonos un poco de nuestro diseño, pero no deja de ser en beneficio de que vuelva otra vez al entrenamiento integral.
La otra la vemos desde la perspectiva de los creadores. Ves que el jugador está fallando en el hacer en el campo y eso hay que verlo en video, ver qué fallos hay, si es condicionado por algo físico, si es condicionado porque no sabe interpretar lo que se le está pidiendo,... entonces habría que analizar con él individualmente estas acciones y luego hacer un trabajo en el campo.
Frank tomaba muy en cuenta el trabajo de grupo, la conexión de grupo. Quería entrenamientos motivantes, dinámicas de grupo positivas, aplicar los terceros tiempos para intentar que fuera del entrenamiento los jugadores tengan buenas sensaciones entre ellos. Unir al grupo, crear sinergias entre ellos, aislarlos del entorno y quitarles presión eran algunas de las recetas de Frank sin dejar de exigir.
Yo te apoyo más que nunca. Nosotros hemos tenido años buenos y experiencias negativas, y los diseños de planificación que hemos realizado han sido todos muy parecidos con las circunstancias siempre exactas de calendario, en cuanto a competiciones,... pero hay que valorar evidentemente las cosas que en el fútbol no se deben a la preparación física.
Cuando estas sinergias son positivas a todos los niveles, la adaptación al esfuerzo físico es mucho mayor, todo el mundo está preparado para trabajar al máximo, todo el mundo llega al entrenamiento con una motivación especial, la intensidad de los ejercicios es la adecuada, ni por encima ni por debajo. Cuando es negativa hay que intentar, con la dificultad que ello conlleva, buscar en la preparación física aquello que pueda ayudar a los jugadores: cambiando los entrenamientos o cambiando algunos ejercicios.
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