"Todos tus sueños pueden hacerse realidad si tienes el coraje de perseguirlos" (Walt Disney)

lunes, 29 de junio de 2015

Vince Lombardi; Sus claves del éxito y el segundo esfuerzo

Lombardi fue unos de los primeros coach de Estados Unidos, centró su labor en la dirección de equipos de fútbol americano donde consiguió las dos primeras Super Bowl con un equipo de calidad media. Después trasladó sus enseñanzas al campo de liderazgo y de la motivación.


"La diferencia entre lo ordinario y lo extraordinario es precisamente ese extra, el secreto de la excelencia es excederse, dar un Segundo Esfuerzo cuando todo parece indicar que estamos al límite"



LAS CLAVES DEL ÉXITO DE VINCE LOMBARDI


1) El tema de bajar los brazos o darse por vencido.

Lombardi decía que la diferencia entre una persona exitosa y los demás no es la falta de fuerza, ni de conocimientos, sino más bien de voluntad y agregaba: “El trabajo más duro, es el de no rendirse”. Esta es una idea que volverá a aparecer en los siguientes puntos clave, y que personalmente me parece fundamental. ¿Recuerdas cómo fue el proceso de aprender a ir en bici? Una caída, dos, tres, cien… pero persististe. ¿Y cómo está siendo tu proceso de desarrollo personal?  Miedo a la derrota, experiencias pasadas negativas… ¿Cómo manejamos todo esto? Tratando de individualizar los errores y encontrando las causas con la mayor claridad posible. 



2) El derecho a triunfar

“Una vez tu renuncias una primera vez, se te hará un hábito”. La realidad es que todos tenemos derecho a triunfar en la medida que estamos dispuestos a pagar el precio que el triunfo requiere, es decir en la medida que estamos dirigidos al esfuerzo, a la dedicación, al sacrificio para llegar a la meta buscada.



3) La actitud

La derrota puede ser un escalón o un obstáculo en el camino de tu vida, según sea tu actitud positiva o negativa, esto es lo que le confiere al tema de la actitud tanta importancia especialmente entre la gente que trata con otros, sean estos usuarios, clientes, colegas… Decía Lombardi en relación con este punto: “Muéstreme a una persona que “sabe” perder, y yo le mostraré que el gran perdedor es Ud.”



4) El camino para lograr el éxito

También elegimos pagar el precio que demanda el camino de alcanzar el éxito. Sería ingenuo pensar que la elección que tomemos no afectará a partes importantes de nuestras vidas, que no demandará esfuerzo, tiempo, sacrificios. Decíamos que el éxito es una elección, recordemos lo de más arriba.

“Ganar no sólo es un pensamiento, sino es todo en lo que hay que pensar. Usted no gana de vez en cuando; usted no hace las cosas correctas de vez en cuando; usted las tiene que hacer bien constantemente. Y esto, le creará un hábito que lo llevará a la victoria. El espíritu, la voluntad de ganar, y alcanzar la excelencia, son las cosas que perduran. Estas cualidades son mucho más importantes que los sucesos que ocurren.” Chapó, Vincent.



5) El tema de los ganadores y los perdedores

– Cuando un ganador comete un error, dice: “Yo me equivoqué”, y aprende del error.

– Cuando un perdedor comete un error, dice: “No fue mi culpa”.

– Un ganador se compromete y actúa en consecuencia, su palabra tiene valor, para él y ese valor es reconocido por los demás.

– Un perdedor hace promesas pero no actúa para lograr concretarlas y saca disculpas para no hacerlo, excusas que los demás perciben como lo que son, excusas.

– Un ganador escucha, comprende y responde proactivamente generando soluciones para que las cosas se hagan.

– Un perdedor sólo espera hasta que le toque su turno para hablar y como sólo se escucha a sí mismo tiende a no escuchar lo que los demás dicen.

– Un ganador respeta y escucha a todas las personas y aprende de ellas.

– Un perdedor se resiente con los que saben más que él y trata de encontrarles sus defectos y ponerlos en evidencia.


6) Sepa hacer aquello que pretende hacer

Todo desarrollo lleva su tiempo, ningún maestro nació enseñado. El tiempo para aprender el qué, los cómo, los por qué, para desarrollar las destrezas para aplicar lo aprendido, el tiempo para madurar los nuevos parámetros… el tiempo de preparación es imprescindible.

Hace ya mucho tiempo que sabemos que sin preparación no hay resultados que permanezcan: preparación, táctica, estrategia. Estos son los tres puntos básicos para una actuación excelente, en ocasiones el sentido común es el menos común de los sentidos, no lo olvidemos: podemos aprender a hacer aquello que en un momento dado nos parece imposible o muy difícil. ¿Recuerdas aquellas cosas que te parecían tan complicadas y que sin embargo llegaste a dominar?



7) Las etapas de la preparación

Como en cualquier proceso de aprendizaje de una habilidad, la preparación tiende a seguir las conocidas cuatro etapas generales básicas del aprendizaje:

7.1) Incompetencia inconsciente, no sólo ignoras lo que has de hacer, sino que además no tienes ninguna experiencia en ello. Cuando comenzamos el aprendizaje de muchas actividades nos sentimos perdidos.

7.2) Incompetencia consciente, has empezado a probar y han comenzado los problemas, las cosas no son tan simples como las habías imaginado en un principio, es una etapa incómoda pero también es la etapa donde más se aprende. Muchas veces es una etapa muy creativa, sin embargo es la fase donde muchos se desmoralizan y renuncian, si no tienen un buen entrenador (o coach, o profesor) que nos conduzca y nos oriente.

7.3) Competencia consciente, ya eres capaz de hacer las cosas, sabes qué es lo que hay que hacer y cómo hacerlo, pero aplicas mucha atención a cada cosa que haces, a cada detalle. Es la etapa en que uno se esfuerza y consigue sacar las cosas.

7.4) Competencia inconsciente: las habilidades y destrezas se convierten en parte de ti, como si fueran un hábito, no necesitas pensar las cosas para hacerlas, te ves más suelto y seguro. Es la etapa donde algunos se estabilizan y crecen, siguiendo preparándose para nuevos desafíos y otros se confían porque creen que se las saben todas y se dejan estar, es en ese caso el “morir de éxito” o como se suele decir ya “creerse el rey del mambo”. No concibo a ninguna de las personas con más éxito que conozco que no haya dejado de esforzarse y de seguir aprendiendo.



8.) La condición física

Uno de los temas en que hace hincapié Vince Lombardi, es en la condición física de la persona que tiene que encarar cualquier reto.


La aptitud física se sostiene sobre dos pilares: en uno de ellos se encuentran la condición anatómica y la fisiológica, mientras que en el segundo se sitúan lo que denomina la condición motora, la nerviosa y psicosensorial y las habilidades o destrezas.

El término condición hace referencia a la capacidad o habilidad de mejorar con el tiempo una cualidad para desarrollar un trabajo encomendado. Llamamos "aptitud" a la relación entre la tarea a realizar y la capacidad de realizar la misma. Desarrollando la condición física, mediante el trabajo de cada una de sus cualidades, se puede lograr modificar la aptitud física.

Toda persona posee como capacidades físicas a la fuerza, la resistencia, la flexibilidad, la coordinación y la velocidad. Estas cualidades básicas están desarrolladas de forma diversa en cada persona de acuerdo con el esfuerzo que debe realizar diariamente o en su actividad. El estado individual de esas cualidades es el que determina la condición física individual.

Lombardi decía que; "a igualdad de posibilidades el equipo que obtenía la victoria era el que tenía la mejor condición física", estaba convencido que la condición física influye sobremanera en la fuerza y la confianza que un hombre pueda tenerse.

Aunque sabía claramente que no era lo único, por ello su comentario: “…las batallas en la vida no siempre las gana el hombre más fuerte o más rápido, tarde o temprano el hombre que gana, es el hombre que piensa que puede ganar”.

Ambas reflexiones son igual de importantes y una va en relación con la otra.


9) Firmeza mental

Todos reconocemos sin mayores esfuerzos la importancia del querer, el poder y el hacer, las reconocemos en nuestra vida privada, en nuestra vida de relación con los demás, en el desarrollo de nuestra actividad. Sin embargo, cuando analizamos nuestra propia vida, retrospectivamente nos damos cuenta que no siempre lo que hicimos tuvo que ver con lo que podíamos o con lo que queríamos.


Así vemos que hemos perdido oportunidades, posibilidades, opciones y la mayoría de las veces no sabemos bien porqué, como si nuestro destino fuera manejado por alguien externo a nosotros, que moviera los hilos sin considerar nuestra intervención.

Muchas veces, hablando de las posibilidades de desarrollo que presenta nuestro sistema me encuentro con gente que me dice –yo quería cambiar mi vida rutinaria, tener un horizonte ilimitado y sólo logré meterme en otra rutina-. Otros dicen –lo intenté pero no pude, los obstáculos me vencieron prematuramente, la gente me cansó-. Algunos más plantean –una cosa es, lo que uno ve al principio, pero después las cosas son diferentes, demanda demasiado esfuerzo-. Y así podría seguir por horas, hablando de comentarios de gente que como diría el poeta, resultaron “con rumbos a la gloria y derrotados, vencidos a la luz, pero vencidos” habiendo perdido una oportunidad única de lograr lo que buscaban, muchas veces desalentados, resentidos, confusos.



10) No siempre queremos todo lo que queremos

Querer algo realmente es mucho más que una expresión de deseo, es la verbalización de una idea, de una pasión, de algo que nos fascina y atrae. Es algo que intentaremos por medio de los conocimientos, el entrenamiento, la experiencia, la observación, transformarlo en poder para luego llegar a hacer las cosas que soñamos.

Parafraseando a Lombardi: “La calidad de la vida de una persona es directamente proporcional a su compromiso para la excelencia, sin considerar qué campo fue elegido para el esfuerzo de lograrlo”. Otra manera de verlo es: ¿lo quieres de verdad? ¿lo deseas auténticamente? Está en tu mano, quieres, puedes y en estos consejos esperamos que encuentres inspiración.



11) Siempre respete al oponente


Si intentas motivar o inspirar a otra persona o a un grupo, actúa como querrías que lo hiciesen ellos, sin ninguna duda tu conducta y actitud de liderazgo tiene un efecto directo sobre el mismo, tu gente toma ejemplo de tus actitudes y de las acciones que observan en ti, tu ejemplo modelará a su gente.  


Por ello no sólo deberemos pensar en qué tenemos, si no en qué necesitan los demás y por ende, adquirir los conocimientos y percepciones necesarios para motivar a los demás en función de una visión común que se transforme en una misión y actúe como motor. ¿Te suenan la empatía, la comunicación emocional, la persuasión, la mediación? 


12) Todo requiere el constante esfuerzo de ganar

Decía Lombardi que ganar no sólo es un pensamiento pasajero; debe estar presente todo el tiempo. Tu no ganas de vez en cuando, tu no haces las cosas correctas de vez en cuando, tu tienes la posiblidad de hacer tu trabajo bien constantemente. El ganar es un hábito, desafortunadamente perder también lo es.

Ganar es avanzar, de hecho siempre que nos involucramos en una acción, accedemos a un avance. El resultado es a veces positivo, a veces negativo, pero siempre accedemos a un avance. Lo hacemos por acción o por omisión. Es decir, actuamos para que las cosas ocurran o no hacemos lo necesario para que esto pase. Muchas veces, de acuerdo a cómo actuamos será el resultado obtenido. 


Como menciona Lombardi, que sólo en el diccionario, la palabra éxito figura antes que trabajo. No siempre el trabajo generará los resultados buscados, pero creemos realmente, que sin trabajo, es muy difícil lograr resultados que permanezcan en el tiempo.


13) El ingrediente para hacer las cosas

Para poder hacer algo, es necesario de forma imprescindible intentarlo y el intentarlo es una de las facetas más complejas de nuestro obrar y tiene muchísimo que ver, con la actitud que asumamos ante aquello que nos proponemos hacer. Muchas batallas se pierden antes de comenzar, sólo porque los que las encararon no se creían capaces, no pensaban que podían, estaban pensando más en qué harían cuando fracasaran que en qué harían al lograrlo. La actitud que asumamos, será el ingrediente básico para lograr los resultados.

Decía Lombardi: “Si tú crees que estás derrotado, lo estás; si tú crees que no te atreves, no lo harás. Si te gusta ganar, pero crees que no puedes vencer, es casi un hecho que vas a perder. Si tú crees que vas a perder, estás perdido; porque en este mundo encontramos que el éxito empieza en la voluntad del triunfo”.



14) El segundo esfuerzo.

Vincent Lombardi se dio a conocer a través de la película “El segundo esfuerzo” de Ray Sheridan. Él planteaba que el segundo esfuerzo, es aquel esfuerzo adicional a realizar, cuando ya parece que no se puede hacer más. 


Lombardi invitaba a sus jugadores a dar el "extra" en los momentos de mayor presión o cuando se sentían derrotados. "La diferencia entre lo ordinario y lo extraordinario es precisamente ese extra, el secreto de la excelencia es excederse, dar un Segundo Esfuerzo cuando todo parece indicar que estamos al límite". Años más tarde, la mayor parte de los entrenadores de este deporte, tomaron esta frase como la motivación esencial para sus escuadras. 

                                         

Dedicados a hacer el segundo esfuerzo, muchas personas comunes pueden llegar a ser personas sobresalientes. Muchas veces mirando a los jugadores de fútbol, se observa ese segundo esfuerzo y los resultados que obtienen. Cuando a pesar de las faltas con que los cosen, rehúsan caer y siguen corriendo hasta llegar a marcar el gol. Messi puede ser linchado a patadas y trata de seguir avanzando. Rafa Nadal o David Ferrer se dejan la piel por devolver todas las bolas. Y son de los mejores en lo suyo.

Se ve así como la persona que hace un segundo esfuerzo, hace una nueva tentativa, logra un nuevo tanto, persiste en lograr una nueva cita, realiza una nueva invitación, se lanza a una nueva aventura… En otras palabras, toma la ofensiva, recobra la pelota y ataca al adversario. Esto significa hacer otro intento, hacer otra carrera, hacer un impulso más para vencer la resistencia del oponente.

El segundo esfuerzo es no rendirse cuando uno cree que no puede más, pero que al no hacerlo se demuestra a sí mismo y a todos, que la voluntad, la pasión y el deseo de ganar son los ingredientes de conseguir algo. 


15) La última clave

“Después de que los aplausos han amainado y el estadio está vacío, después de que los titulares han sido escritos y después de que estás de regreso en la tranquilidad de tu habitación, el anillo de campeonato ha sido puesto sobre el tocador y toda la pompa y fanfarria se han desteñido, las cosas perdurables y valiosas son: la dedicación para la excelencia, la dedicación para la victoria, y la dedicación para hacer el mayor esfuerzo que nosotros podamos hacer con nuestras vidas, para lograr del mundo un mejor lugar para vivir”. Vincent Lombardi.


  

EL SEGUNDO ESFUERZO




domingo, 7 de junio de 2015

Pablo Laso y sus claves para triunfar.

El camino al éxito ha sido tortuoso. Su llegada al Real Madrid hace cuatro años provocó manifestaciones de protesta y encuestas en las que el 80 por ciento de los aficionados blancos se mostraban en contra de su fichaje. Querían a alguien con más nombre, que los ilusionara más que un técnico sin palmarés y con apenas experiencia en la élite. Pero Laso, lejos de dejarse amilanar, hizo del desafío una causa. Tenía clara la filosofía de trabajo, le sobraba entusiasmo y estaba entrenado en la perseverancia.



Estas son sus claves para triunfar:

CONSTANCIA:

"Lo importante es tener las ideas claras" «Vivimos pendientes de los resultados. Pero las cosas necesitan su tiempo. Yo llevo cuatro años en el Real Madrid, he tenido días muy buenos, días malos, pero al final siempre he tenido la idea clara de lo que quería... y eso es lo que me ha mantenido. Yo tenía un punto de partida, una filosofía de juego: querer ser atractivo, agresivo y optar por el campo abierto. Y he seguido fiel a ella».

FILOSOFÍA:

"Es la mezcla de tu idea y el talento que tienes a tu disposición". «Un entrenador o el director de un grupo de personas debe tener en cuenta que tiene un equipo con unas características determinadas y es importante valorarlas para saber lo que quieres conseguir de él. Si tienes jugadores muy defensivos, probablemente no puedas jugar al ataque, y viceversa. Entonces, la filosofía del juego viene marcada por tu idea de lo que debe ser un equipo y por el talento de los jugadores que tienes».

AMBICIÓN:

"No puedes dejarte arrastrar por los resultados, pero todos competimos para ganar"
. «No nos engañemos, todos competimos para ganar. Al final, tu satisfacción es ganar. Los resultados determinan un buen o un mal trabajo. Eso algo que debemos aceptar. Pero no debes dejarte arrastrar por los resultados; si no, fracasarás. Ojo, además, ningún equipo del mundo gana siempre. Lo que sí puedes hacer es luchar siempre. Mantener la ambición y el deseo».

APRENDIZAJE:

"Aprendes más de las derrotas; la victoria tapa los problemas". «Siempre se aprende más de las derrotas, porque muchas veces el éxito tapa los problemas. Las derrotas, en cambio, te obligan a revisar todo lo que has hecho. Pero no debería ser así, incluso en la victoria deberías pensar en el futuro y en las cosas que hay que mejorar».

AUTOESTIMA:

"Nunca he dudado de mí". «Aunque es verdad que el éxito eleva tu autoestima, la confianza en ti mismo no debe depender nunca del resultado. Ni eres tan bueno cuando ganas ni tan malo si pierdes. En el deporte profesional nada es fácil, pero yo nunca he necesitado más respaldo del que he tenido. Nunca he dudado de mí. No necesito un título que me refrende».

ORGULLO:

"Lo importante no es venderte, sino saber quién eres". «Imagino que saber venderse es importante, pero en mi escala de valores no lo es tanto. Yo no voy a cambiar, no me va a salir pelo ahora ni voy a ser más alto. Desde que soy un crío el baloncesto ha sido mi vida, he jugado casi 20 años al máximo nivel y estoy muy orgulloso de mi carrera tanto de jugador como de entrenador. Lo primero que tienes que hacer es sentirte orgulloso de ti mismo. Yo no necesito venderme para que mi trabajo se vea más recompensado o alabado. No es una de mis prioridades».

SUPERACIÓN:

"Si te conformas, te comen". «Cuesta mucho más mantenerse que llegar... porque es un ejercicio de inteligencia. En el deporte y en todo en la vida se cierra una puerta, se cierra un campeonato y se abre otro. Siempre hay alguien que quiere ganarte y por eso es fundamental mantener el hambre competitiva, la ambición de ser mejor. Hay valores como la ilusión, el trabajo, la fe, el creer, que dependen de tu inteligencia. Si te conformas, vendrá alguien que te superará».

COMPAÑERISMO:

"Es obligatorio entender que somos un equipo"«En un grupo es muy difícil que todo el mundo sea igual, hay talentos más individualistas y otros más de equipo. Como entrenador es obligatorio hacerles entender que, al final, son personas antes que estrellas. Para mí, mis trece jugadores son trece estrellas, pero al final el que gana es el equipo, ningún jugador va a ganar nada él solo».

AUTORIDAD:

"No tiene nada que ver con imponer tus ideas". «No creo que yo pierda autoridad por escuchar a los jugadores. Normalmente los que más me enseñan son ellos. Estoy muy alerta a lo que proponen porque al final la enseñanza es del que juega. Yo he sido jugador y lo sé. A veces debes corregirles, claro, pero no creo que la autoridad sea imponer tus ideas. Los que juegan son ellos».

RESPETO:

"No somos máquinas. Mi teléfono está abierto siempre a los jugadores". «Para mí, gestionar los egos tiene una solución muy sencilla, que es respeto. Si existe un respeto entre las partes, al final los egos van a ir reconduciéndose. Yo puedo respetar ciertas cosas, pero otras no porque hacen daño al grupo. Siempre les digo a mis chicos que tienen mi teléfono abierto para lo que quieran. Sé que un jugador puede tener una niña enferma o un problema familiar que afecta a su trabajo. Muchas veces pensamos que los deportistas son máquinas y no es así. Y cada uno es diferente. Para uno puede ser muy importante su familia y para otro lo son sus amigos. Uno viene de los Estados Unidos, otro de Lituania, otro de Túnez... Hay que saber respetar a todos y valorarlos con sus diferencias».

PRESIÓN:

"Nunca la he sentido. Se compensa con pasión". «Nunca he sentido la presión. Me la quité muy pronto, cuando era jugador, y eso me ayudó a saber manejarla después. Depende de la pasión con la que hagas las cosas. Yo tengo la gran suerte de que el baloncesto es mi vida, es mi medio desde que tengo 16 años, que debuté en la ACB. Enfrentarse a ciertas cosas depende mucho de la pasión con la que lo hagas. Y a mí este deporte me apasiona».

CONFIANZA: 

"Yo no intento convencer a los 'jefes". «Yo no intento convencer. Yo tengo que hacer un trabajo en el que creo y estoy abierto a que me puedan decir nuevas cosas. Yo siempre estoy abierto a aprender. Esto cambia muy deprisa y estás obligado a mejorar siempre. No es una meta mía el levantarme y decir 'tengo que convencer a...'. Tengo que demostrarle con hechos, para que él mismo se convenza».

DESCARO: 

"Se puede convencer a la gente de hacer las cosas de otra forma". «Soy muy aficionado a la serie El mentalista, me gusta la actitud del protagonista. Tengo hasta frases apuntadas. Hay una que menciono siempre, que me hace gracia y muestra dos maneras de entender la vida. Llega el protagonista a un sitio, aparca el coche y le dice un policía: '¡Oiga, no puede aparcar ahí!', y él le responde: 'Poder, sí puedo', y se va. Que luego le multen es otra cosa. Por un lado, está la prohibición y, por otro, intentar convencer a la gente de que se pueden hacer las cosas de otra forma».

VISUALIZAR:

"Aunque no se lo crean, hago ejercicios de yoga antes de los partidos" Mi mujer es profesora de yoga. Yo no lo practico, pero sí me gusta hacer ejercicios de respiración y visualizar lo que puede ocurrir durante el partido. Busco tranquilizarme para transmitir al equipo lo necesario en cada situación. Unas veces hay que transmitirles que estás nervioso o que vean la difi cultad del objetivo, y otras que estén tranquilos. La idea es tener un momento conmigo mismo para anticiparme a lo que va a pasar en la competición. No siempre lo consigo».

TEMPLANZA:

" Es difícil saber cuándo apartarte" a vida son ciclos. Uno no puede vivir pensando en la renovación. Si actúas así serías corto de miras, no disfrutarías... y probablemente, como resultado, no te renovarían. Pero también es difícil saber cuándo debes apartarte. Mi mayor error como deportista fue abandonar el Madrid en 1998. Se produjo una situación absurda y me fui. Al poco tiempo destituyeron al entrenador [con el que Laso no se entendía] y ahí podía haber seguido yo. Pero me calenté y me fui al Cáceres en lugar de tener paciencia».

No preparo las broncas. Me salen.

Sé que algunas de mis broncas se han hecho famosas, como la del tiempo muerto de la Euroliga. Lo curioso es que, cuando llegué a casa ese día, mi mujer me dijo: 'Te han sacado en un tiempo muerto en un plan...'. Y mi hijo de diez años soltó: 'Uy, pues si yo a papá le he visto en casa algunas mucho peores...'. Es algo que me sale. No soy una persona que piense: 'Tengo que echar una bronca porque va a cambiar algo'. No lo llevo pensado, sale en un momento. Intento que el equipo se mantenga dentro de los parámetros técnicos y tácticos que hemos preparado. Y, además, yo he sido mucho más duro con mis jugadores sin gritar».

BUEN ROLLO:

"¿Rencor? Ninguno. Si nos critican, es que estamos vivos". «A los que se manifestaron contra mi fichaje no les diría nada, porque alguno de ellos incluso ha venido a mí para decirme lo equivocados que estaban y que entendiera que nunca fue una manifestación contra mí, sino contra una situación que se producía entonces en el Real Madrid. En mi presentación dije que si había manifestaciones significaba que estábamos muy vivos y lo sigo creyendo. Acepté un reto y una responsabilidad muy grandes y lo hice porque me creía capacitado. Que hayan pasado cuatro años de aquello es señal de que algo hemos hecho bien».




Fuente: www.finanzas.com

lunes, 1 de junio de 2015

La gestión del talento

Diez lecciones de los mejores entrenadores del mundo para dirigir una empresa:



La gestión del talento es uno de los grandes retos a los que se enfrentan todos los dirigentes. Atraer y retener a los mejores trabajadores es una labor compleja, en la que el sueldo es un factor necesario pero no suficiente.

El deporte es uno de los campos en los que mejor se puede observar la importancia de la correcta gestión del talento. Son muchas las lecciones que se pueden apreciar en la competición deportiva, para luego adaptarla a la empresa, como asegura Mike Forde, exdirector de operaciones en el Chelsea entre 2007 y 2013, en un artículo en el Financial Times. Los grandes clubes de fútbol, por ejemplo, destinan gran parte de sus ingresos a pagar a sus trabajadores, los futbolistas: chicos jóvenes, ricos, internacionales, con grandes egos y difíciles de dirigir, en general.

Los entrenadores son, por tanto, gestores de talento. El prestigioso diario económico recoge las lecciones que algunos de los mejores entrenadores del mundo ofrecen a los gestores de la empresas, a través de su experiencia en los banquillos.

1. El talento suele ir acompañado del ego

"Los mejores jugadores tienen un profundo conocimiento de su carácter especial, de su talento único, que va más allá de la arrogancia", apunta Carlos Queiroz, ex entrenador del Real Madrid durante la época de 'Los Galácticos'. En definitiva, los grandes talentos saben que son imprescindibles, lo que les permite romper las reglas del comportamiento. Un gran ego mal gestionado puede acabar con un equipo, pero son imprescindibles si se quiere crecer. Si un dirigente solo quiere soldados obedientes tendrá que renunciar a ciertos objetivos.

En definitiva, ningún jugador es más grande que un club, pero un club debe ser lo suficientemente grande como para dar cabida a todo buen jugador. Gus Hiddink, entrenador holandés con una gran trayectoria, se encontró en el PSV con un gran jugador, pero con un carácter complicado: Romario. El delantero brasileño se pasó demasiado tiempo en Río de Janeiro celebrando el carnaval, se saltaba comidas, entrenaba menos... Hiddink le consentía esta actitud con esfuerzo, defendiéndole de otros jugadores que denunciaban la injusta situación. Romario comprendió que para compensar debía dar la cara en los partidos, y así lo hizo.

Guus Hiddink

2. Buscar talento que se quieran superar

Algunos jugadores rinden por debajo de su potencial por inmadurez, falta de disciplina, poco compromiso o falta de atención. La clave está en encontrar el momento en el que el jugador está a punto de explotar, como apunta el entrenador de los San Antonio Spurs, Gregg Popovich. El cambio puede producirse al llegar a cierta edad, al formar una familia o al experimentar una serie de fracasos. "El punto en el que se quieren superar a sí mismos", lo denomina Popovich. Es cuando conocen y aceptan sus límites, empeizan a escuchar, mejoran en los entrenamientos y aceptan que deben cuidar su cuerpo.

Gregg Popovich

3. Recompensar el sacrificio por el equipo

Los grandes talentos quieren el éxito para sí mismos, pese a competir en equipo. Cada jugador quiere ser protagonista representando su papel preferido. El exfutbolista Boudewijn Zenden, que jugó en el Barça o el Chelsea entre otros equipos, cuenta el caso que sufrió en la Eurocopa del año 2000. Competía por la posición de extremo izquierdo con Marc Overmars, y su compañero se negó a jugar por la derecha. En el primer partido del torneo Overmars empezó en su puesto natural, y Zenden aceptó jugar por la derecha. "Fueron los peores 45 minutos de mi vida", explica. Cuando pensaba que lo iban a cambiar, Frank Rijkaard, entrenador de aquel equipo, quitó a Overmars, puso a Zenden en su posición natural, y el partido acabó con una victoria por 3 a 0. "Al recompensar el sacrificio de Zenden, el entrenador estaba alentando a otros a sacrificarse por el equipo", apunta Forde.

Frank Rijkaard


4. El talento no se domina

El talento no se puede dominar. Los grandes talentos ganan partidos, o se sientan al lado del presidente de una compañía y toman el volante. Un buen gerente acepta esta situación, sin tratar de destacar su liderazgo o dominar el talento. Pep Guardiola, entrenador del Bayern de Munich, evita entrometerse en el vestuario, que considera territorio de los jugadores, según el periodista Martí Perarnau.

Históricamente, a los entrenadores se les compara con generales, pero en la actualidad se parecen más a directores de cine que tratan de engatusar y convencer en lugar de mandar. El objetivo es ganar, no enfrentarse a los egos.

5. No es necesario motivar

La labor de un directivo no es dedicarse a motivar a los grandes talentos, pues estos se motivan solos. "Nuestro trabajo es no desmotivar a los jugadores, ponerles los retos y las metas que los grandes talentos necesitan", explicaba Carlo Ancelotti. Cuando se fue del Barcelona, Guardiola lanzaba una reflexión parecida: "No es que no haya logrado motivarlos, es que no he logrado seducirlos".

De hecho, antes de las grandes citas incluso es necesario rebajar la extramotivación. El mítico entrenador del Nottingham Forest, Brian Clough, a veces distribuía cervezas en el autobús a los jugadores para que se relajasen, aunque hoy por hoy esa práctica deja mucho que desear nutricionalmente.

Brian Clough

6. Confianza

La confianza es un valor fundamental entre personas que tienen que trabajar juntas. No es necesario que se lleven bien o que sean amigos, sino que confíen en el talento del otro. Es lo que pasó en el Manchester United en la década de los 90, en el que Teddy Sheringham y Andy Cole se odiaban, pero sabían que podían confiar en el talento del otro.

Teddy Sheringham y Andy Cole
7. Enseñar al talento

En muchas empresas los directivos se esfuerzan en mejorar el trabajo de las personas incompetentes, dejando de lado a las personas más valiosas, sabiendo que funcionan bien. Es una oportunidad perdida, según Forde, pues generalmente la gente con más talento tiene gran capacidad de aprendizaje y deseos de mejorar. De hecho, son muchos los profesionales que se decantan por una empresa y otra en función de lo que puede crecer en ella.

Los buenos dirigentes crean una cultura de aprendizaje que permite a todos mejorar. Es el caso del entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, que ayuda a los jugadores a conocer habilidades que incuso ellos mismos desconocían. "Yo creo en ti", es muchas veces la frase que necesita un profesional para empezar a crecer y dar lo mejor de sí mismo.

Arsene Wenger

8. Precaución para reclutar

Hay que ser muy precavido a la hora de fichar a nuevos talentos. Los equipos son instituciones muy frágiles que se pueden romper al introducir, por ejemplo, un jugador indisciplinado que no respete las normas o acabe con la cultura de equipo, que además puede provocar que el talento del que ya se dispone se vaya. En 2008 el Chelsea tuvo la oportunidad de fichar al delantero Adriano, un gran talento, pero tras investigar su estilo de vida, el club dudó sobre su disciplina y se echó atrás. Su carrera acabó yéndose al garete.


Adriano

9. Aceptar que el talento se va

Las personas de gran talento no quieren un trabajo para toda su vida. Las empresas son solo vehículos para desarrollar su talento, a la espera de ir a un lugar mejor. Un buen directivo debe buscar la productividad, no la lealtad. Un buen gerente tiene que mantener el talento el mayor tiempo posible, mientras se prepara para su salida. Nicolás Anelka se unió al Bolton en 2006, el club de menor nivel de los que había estado nunca. Durante las negociaciones, los directivos le dijeron que solo querían que estuviera en su club dos años, pues esperaban que metiese 40 goles en ese tiempo y que un club más grande quisiera ficharle. Y sucedió: el jugador brilló y dos años después lo fichó el Chelsea.

Nicolás Anelka

10. El pico de forma

Un buen dirigente debe calcular cuál es el pico de forma de los integrantes de sus equipos. Los futbolistas suelen alcanzar ese tope sobre los 28 años, cuando las piernas aún se mantienen jóvenes y la cabeza ya tiene experiencia. Frank Arnesen, director técnico del Chelsea, era más concreto: "el pico se alcanza tras jugar 300 partidos, estar en tres clubes y sumar un gran éxito y un fracaso". A partir de ahí comienza la decadencia, y el desgaste mental y físico. La clave está en sustituir el talento antes de que se desgaste totalmente.

Frank Arnesen

El talento suele ir acompañado del ego, que dificulta su gestión



Fuente: www.eleconomista.es