"Todos tus sueños pueden hacerse realidad si tienes el coraje de perseguirlos" (Walt Disney)

lunes, 28 de mayo de 2012

Entrevista : Albert Roca

Interesante entrevista realizada en 2.008 por Marcos López, actual comentarista de partidos de Fútbol en La Sexta, a Albert Roca, técnico adjunto y preparador físico del primer equipo del FC Barcelona durante cinco temporadas, coincidiendo en la etapa de Frank Rijkaard. Además es autor del libro "El proceso de entrenamiento en el fútbol"







Hablemos de metodología y planificación. Las tendencias en planificación nos llevan a la dualidad de los macrociclos estructurados y del modelo ATR, con permiso de la periodización táctica. ¿Cuál es la tendencia Barça?

Cada uno busca un diseño de planificación atendiendo un poco a las necesidades de su equipo, con los conocimientos y la experiencia que te da ese mismo diseño. A partir de haber estado en el Barcelona, de haber convivido con Paco Seirul-lo, nuestro modelo de planificación siempre se ha basado en el macrociclo estructurado. Creemos que este es el que puede favorecer más el rendimiento o las fases de rendimiento activo en los deportes de equipo.

Sin embargo, un diseño ATR te da mayor control sobre la carga, sabes más a donde dirigirte y eso en el fútbol actual es básico.

De acuerdo pero con matizaciones. Podemos decir que el ATR es un diseño que parte de microciclos que se inician en la base de capacidades concretas como la fuerza máxima, la resistencia, o la potencia aeróbica,.. para luego ir transformar esas capacidades en los microciclos de transformación y de realización. Esta es la teoría que ambos conocemos pero muchas veces te das cuenta que el fútbol es una cuestión de saber ganar el partido al cabo de una semana o al cabo de tres días, por tanto trabajar con estos sistemas nos llevarán a que estemos trabajando mucho, pero en el partido del domingo esa transformación o esa realización no será del todo idónea.

La periodización táctica, es el eslabón último del trabajo interrelacional o integral. El objetivo es agrupar todos los contenidos en base a la táctica.
Me gusta mucho en el sentido de que yo creo que el entrenamiento específico es la base del fútbol. El Barcelona prácticamente el 80% de la carga que hacíamos durante toda la temporada era específica. En la práctica vemos que entre las diferentes teorías hay muchas similitudes.

Descartamos el modelo ATR porque considera el fútbol como una suma de partes individualizadas. Se prefiere el macrociclo porque se entiende que en el fútbol están todas las partes interconectadas o relacionadas, siendo muy difícil disgregar lo uno de lo otro.

Tú acabas de decirlo, el todo es más que la suma de las partes. Desde esta perspectiva, en el Barça siempre entendimos que hay que hacer entrenamientos encaminados a estructurar el microciclo en función de que el domingo puedas ganar o que el equipo esté lo mejor preparado posible en ese sentido.

¿Cómo?

Trabajando esas capacidades pero de una manera muy iterativa, es decir, con sistemas de resistencia que buscan adaptarse o semejar realmente el partido de fútbol pero hacerlo a través del entrenamiento, con recuperaciones diferentes, con esfuerzos diferentes, con diferente calibre, con recuperaciones diferentes,...

¿De que manera? Me imagino que sabes a donde quiero llegar...
Otorgando a la táctica una parte muy importante, hacerlo en función de lo que está pensando el entrenador, hacerlo en función de los principios que tiene ese entrenador, en definitiva, procesos que son parecidos a los de la periodización táctica pero en su última fase. Antes hablaríamos de temas generalizados de fuerza, de temas dirigidos o especiales que nosotros abarcamos y que la periodización táctica obvia de alguna manera. Creo que completamos un poco mejor el proceso de entrenamiento con un diseño como el nuestro o con el trabajo integral, más que con la periodización.

Digamos que por ejemplo la periodización táctica en lo que se distingue un poco de vuestro entrenamiento o del entrenamiento que suele llevar históricamente el Barça con Paco Seirul-lo y con todos vosotros pone especial énfasis en lo que es la táctica; sin embargo se puede entender que la escuela Barça ese énfasis lo pone en la parte técnica...

La técnica siempre va asociada a la táctica. Para nosotros el trabajo global incluye técnica - táctica, parte física,...nosotros no podemos hacer la diferencia. Para que haya un buen control o un juego de posición bueno, tiene que haber una técnica adecuada para que eso se de.

Diseñemos a grandes rasgos una temporada de manera teórica, de un equipo como el Barça, en el que los resultados marcan comportamientos, roles sociales y tensiones. Empecemos por las cargas de entrenamiento.
Debemos diferenciar las cargas ya que está claro que habrá jugadores que jugarán más partidos y otros jugarán menos. En un equipo como el Barcelona esto tendrá mayor incidencia porque juegas cada tres días durante toda la temporada. Lo primero es intentar calibrar que tipo de cargas tiene que asumir cada uno y en ese sentido valorarlo.

A nivel general o de equipo, el tipo de cargas que nosotros realizamos van en consonancia del microciclo estructurado, que son cargas muy parecidas, se compite durante todo el año, y por tanto el entrenamiento consiste en gestionar el volumen y la intensidad, haciendo oscilaciones, pequeñas sinergias del uno hacia el otro.

¿Por qué creemos que esas cargas se tienen que dar así?

El jugador profesional ya tiene un bagaje y una experiencia acumulada, está formado completamente y prácticamente tres semanas o un mes de vacaciones no le exigen que tenga que realizar cargas otra vez de tipo general. Lo que hay que volver a poner simplemente en su sitio a nivel de grupo serían jugadores que rápidamente se ponen en forma y por su constitución, por su genética, y oscilar eso en función de los partidos que jueguen, y atendiendo también a otros temas que son importantísimos como son la motivación, la concentración, cómo analiza su situación dentro del terreno de juego a través de la táctica si es un jugador nuevo. Hay que entrever muchas cosas que están ahí, que se interrelacionan, pero yo creo que como preparador físico hay que saber también valorar.

Para que la gente lo entienda, el marco, el escenario que le ponéis al jugador es para que esté siempre a un nivel de forma medio-alto, el tanto por ciento es imposible pero se busca que el jugador siempre esté a un 80% dejando un pico alto y uno bajo en función de factores circunstanciales de confianza, motivación...
Para competir, lo primero que tiene que tener es un buen estado de salud, no una buena forma porque eso en un futbolista se da por hecho. Poner a un jugador de élite en buena forma se hace rápidamente.

Toca distribuir de manera genérica el volumen y la intensidad...

El volumen y la intensidad juegan todo el año en niveles muy parecidos. Nosotros las cargas de entrenamiento de lo que es sesión en sí, buscamos más intensidad que volumen a nivel de lo que es horas de trabajo o minutos trabajados- No buscamos que haya mucho volumen de trabajo pero sí que haya una intensidad grande. Esta premisa marca la sesión tipo durante la temporada.

Hablando de las cargas de entrenamiento, podemos ejemplificar con el tema de Francia y España la última Eurocopa. Francia optó por el volumen, España por la descarga ¿no? Muchas veces se vende que el que más entrena es el que gana siempre y quizás no sea así.

Muchas veces se exige que el entrenador y el preparador físico sobre todo, justifiquen su trabajo en base a trabajar más en momentos en los que realmente no se necesita. Jugamos todo el año en intensidad y en volumen, pero el volumen va decreciendo al final del año porque entendemos que suscita las cargas, el stress y esto resta rendimiento competitivo.

Las jugadores llevan más de 40 partidos jugados, a un máximo nivel en competiciones diferentes. Esto está establecido y no se puede cambiar; por tanto sabes que ese jugador, esa carga la tendrá a final de temporada. Si yo estoy ejecutando un entrenamiento durante dos horas al final del campeonato, no estaré incidiendo el estado óptimo del jugador.; al revés, seré su peor enemigo.

Es decir, a mayor volumen e intensidad, a mayor práctica de entrenamiento con volumen e intensidad, al final estás dañando todas las estructuras del sistema nervioso central.
Eso, tú lo has dicho, sobre todo a mayor volumen y con métodos inadecuados... Yo puedo utilizar una carga o puedo realizar tareas más generales en un momento dado para descargar, pero no como sistemas o como modelos para intentar que ese jugador tenga un periodo muy concreto de buena forma.

Al revés, veo bien que España haya rebajado el nivel de volumen, incluso de la intensidad en sí, pero entiendo yo que al final de temporada el volumen debe bajar aún más y que la intensidad con cargas específicas tiene que también ser la adecuada. No buscar superioridades numéricas, no buscar contenidos en los que el jugador sufra mucho; hay que atender a sus necesidades fisiológicas sabiendo que toda carga física también se va a entender al final como carga estresante, y por tanto hay que tenerlo más en cuenta que nunca.

Al Barça se le acusaba de llegar mal a los minutos finales, que el equipo del minuto 70 hacia arriba acusaba cierto bajón físico y sin embargo, para simplificar, tenemos dos jugadores, Xavi y Puyol, y por otro lado, Abidal y Henry. Los españoles desentrenaron, por así decirlo, y vimos como volaban en la Eurocopa. A los franceses se les aplicó carga de entrenamiento como si fuese una pretemporada y su rendimiento físico no sufrió ninguna mejoría evidente que pudiese ver el espectador.
Exacto, incluso no diría sólo esos cuatro casos. Entre la totalidad de los jugadores franceses o la totalidad de los jugadores españoles, realizando diferentes diseños de planificación como comentabas antes, te dabas cuenta de que había entre ellos un abismo a nivel físico. Yo lo interpreto como lo has interpretado tú y sinceramente los resultados ahí están. Cuando hablamos de las cargas, al final de temporada no hay que buscar el volumen, hay que jugar simplemente a tener entrenos con la misma intensidad pero con mayor cabeza.

Todo aquel que en el Barça solicitó más entrenamiento, ¿tuvo planificaciones? ¿Encontró en vosotros consejo o ayuda controlada por vosotros?

Evidentemente, y es más, hay una cuestión psicológica muy importante. Piensa que hay jugadores que te vienen de Italia, que te vienen de otros países en los que la preparación física es muy diferente. El jugador cuando empieza a tener dudas, tú lo haces con cabeza, intentas explicarles el razonamiento del diseño y por donde van las cosas. El jugador lo acepta muy bien cuando las cosas van bien, pero hay veces que van mal, no porque su condición física sea mala y hay muchas cosas que interpretar: su adaptación al grupo, si realmente tiene esa capacidad para poder jugar en un Barcelona,...

Todas estas cosas hacen que el jugador te diga que está sufriendo y que piensa que todo pueda ser derivado de la preparación física. Entonces se busca una preparación más individualizada, explotando las cualidades que él tiene; al final tú le das lo que el quiere, individualizando su trabajo, para que esté contento. Eso sí, teniendo en la cabeza, que no vaya en perjuicio suyo ni en perjuicio del grupo. Buscar el día adecuado para hacerlo, que no vaya a suponer una sobrecarga, es nuestra tarea. Le das ese caramelo que atiende más al aspecto psicológico que a su capacidad.

A nivel de fatiga muscular, ahora hay estudios que demuestran que a partir de mil minutos, el riesgo de lesión continuado crece, ¿qué mecanismos de control tenéis para estas cuestiones de fatiga, de stress muscular, de tendencia a la lesión?

Como preparador físico y en coordinación con el servicio médico valorábamos ciertos test que ellos realizaban, desde mirar los pliegues a ver si tenían más grasa o no, hasta el Omega Wave que valoraba el stress que en ese momento tiene el jugador. Utilizamos una batería de test para controlar todos los parámetros.

¿Tienen fiabilidad test de máximos en el Barça?, lo digo por las connotaciones que tiene un equipo de jugadores de alto nivel.

Por eso no buscamos el máximo porque creíamos que en un equipo como el Barcelona, como bien dices, los test de tipo máximo no tenían fiabilidad suficiente. En un test máximo puede que algún jugador considerado ‘crack' se pueda tirar de la moto en un momento dado y si el jugador se tira antes de tiempo, no habremos hecho un test como nosotros queríamos.

Busquemos la tasa de transferencia a la competición. No hay mejor test que la relación del aumento de la fatiga muscular con el aumento del número de errores, pases fallados, controles equivocados. El error no forzado llega con la fatiga. Se pueden rellenar todos de datos que quieras pero las soluciones están en el campo, ¿no crees?
Pues sí, la verdad, lo que pasa es que si entrenamos en ese sentido, siempre estaremos desarrollando lo que realmente queremos: que el jugador se encuentre en una situación en el campo en la que haya menos fallos. Cuando se trabajan mucho los aspectos de toma de decisiones, los aspectos técnicos ligados a cuestiones tácticas, lo que buscas se encuentre en la mejor situación para resolver esos problemas.

El FC Barcelona es un equipo en cuyo sistema la técnica y la táctica van unidas en función de un sistema que se ha estandarizado bastante como es el 4-3-3 que tiene una serie de variantes pero que no deja de ser un juego de posición en la que la participación del jugador no compromete las capacidades condicionales.

Por ejemplo ahí llegamos, hablando de fatiga y macrociclo integrado, a la necesidad obligatoria en un deporte colectivo como el fútbol, del trabajo individualizado. Es una palabra que suena muy bonita, pero me gustaría que me dijeras porqué, cuándo y cómo.
El trabajo individualizado lo vemos desde dos perspectivas. Una es la parte condicionada: si ha tenido lesiones o el jugador no la encuentra la forma, los preparadores físicos tenemos que trabajar con él, condicionados y alejándonos un poco de nuestro diseño, pero no deja de ser en beneficio de que vuelva otra vez al entrenamiento integral.

La otra la vemos desde la perspectiva de los creadores. Ves que el jugador está fallando en el hacer en el campo y eso hay que verlo en video, ver qué fallos hay, si es condicionado por algo físico, si es condicionado porque no sabe interpretar lo que se le está pidiendo,... entonces habría que analizar con él individualmente estas acciones y luego hacer un trabajo en el campo.

Vayamos al entrenamiento invisible, ¿Cuáles eran los secretos de Rijkaard?

Frank tomaba muy en cuenta el trabajo de grupo, la conexión de grupo. Quería entrenamientos motivantes, dinámicas de grupo positivas, aplicar los terceros tiempos para intentar que fuera del entrenamiento los jugadores tengan buenas sensaciones entre ellos. Unir al grupo, crear sinergias entre ellos, aislarlos del entorno y quitarles presión eran algunas de las recetas de Frank sin dejar de exigir.

Yo siempre digo que la mejor preparación física es encontrar en un grupo las sinergias positivas, la mentalidad ganadora, porque a partir de ahí, todos vuelan. Y si un equipo es perdedor o hay sinergias negativas...

Yo te apoyo más que nunca. Nosotros hemos tenido años buenos y experiencias negativas, y los diseños de planificación que hemos realizado han sido todos muy parecidos con las circunstancias siempre exactas de calendario, en cuanto a competiciones,... pero hay que valorar evidentemente las cosas que en el fútbol no se deben a la preparación física.

Cuando estas sinergias son positivas a todos los niveles, la adaptación al esfuerzo físico es mucho mayor, todo el mundo está preparado para trabajar al máximo, todo el mundo llega al entrenamiento con una motivación especial, la intensidad de los ejercicios es la adecuada, ni por encima ni por debajo. Cuando es negativa hay que intentar, con la dificultad que ello conlleva, buscar en la preparación física aquello que pueda ayudar a los jugadores: cambiando los entrenamientos o cambiando algunos ejercicios.

sábado, 5 de mayo de 2012

JOYAS LITERARIAS: Mis Futbolistas y Yo






Mis Futbolistas y Yo, es un libro publicado por Ediciones B, S.A. en 1993, recoge en 140 páginas, y de un modo narrativo, las opiniones y visión particular de Johan Cruyff  sobre las estrellas del Dream Team, como Guardiola, Laudrup, Romario, Koeman, Stoichkov o Zubizarreta, así como de los principales cracks de ese momento como Butragueño, Baggio o sus compatriotas Gullit y Van Basten. También analiza a figuras históricas de la talla de Pelé, Di Stéfano, Maradona o Beckenbauer. Y le dedica las últimas páginas al Depor, del que destaca que en esos años jugó un fútbol sobresaliente de la mano de Djukic, Mauro Silva, Fran y Bebeto.


Les voy a compartir un extracto del mismo; 


           "..........Cuando Papin, en su primera época, emigró de Francia a Bélgica, lo hizo porque jugaba muy atrás y, lógicamente, ahí no podía lucir sus cualidades. En Bélgica mejoró y fue al fichar por el Marsella cuando verdaderamente jugó en su posición e hizo lo que sabe hacer. En ese momento dejó de ser uno de tantos para convertirse en un futbolista clave en la última generación de goleadores.

Jean Pierre Papin


Lo dicho sobre Papin vale para Hugo, para Bebeto y, en el fondo, para todos los futbolistas que conocen sus limitaciones. Un hombre que sabe hasta dónde puede llegar tiene posibilidades de mantenerse en activo hasta que le dé la gana. Puede estar ahí, en primera línea, hasta quince años, porque sabe lo que ha de hacer. Recibir, dar y dosificarse. 
Para que nos entendamos. Si tú tienes la pelota en el pie solo un segundo no hay manera humana de que te den una patada. Evitas de entrada, el riesgo de lesiones. 

Una de las cosas que más llamaban la atención sobre Hugo era que no se lesionaba nunca. Antes de que su marcador quisiera darle una patada - y no puede decirse que dejaran  de intentarlo en muchas ocasiones - , ya había soltado el balón. Era imposible cazarle porque sabía perfectamente cómo evitarlo. Si se hubiera recreado con la pelota, si no hubiese tenido conciencia de sus limitaciones, le habrían asado a patadas. Y está jugando otra vez en España con treinta y muchos años.

Hugo Sánchez

Éstos, los goleadores, además son conscientes de que si nada más recibir la pelota, chutas o la pasas es prácticamente imposible que te la quiten y para un equipo es muy importante tener jugadores que no pierdan el balón. Ellos no saben hacer jugada y tienen el suficiente valor para decir: < Toma, para ti, yo no valgo para esto, pero aguántala un poco, me marcho, busco el desmarque y remato en cuanto me la devuelvas.>

Justo, todo lo contrario que la mayoría de jugadores y cuando digo la mayoría no quiero decir el cincuenta y dos por ciento. Quiero decir que el noventa por ciento de futbolistas siempre intenta hacer lo que no le va a salir. Solo un diez por ciento sabe perfectamente para qué está capacitado. Y eso se refiere tanto a la defensa como al ataque. Se trata de controlar, siempre, la situación, y en eso no ha habido otro como Franz Beckenbauer, un gran amigo mio, al que admiré en todos los partidos que le he visto jugar.

¿Cuál era la gran cualidad de El Kaiser? Una: tomar siempre la mejor decisión para el equipo. Franz, que era un futbolista fantástico, tenía una cabeza privilegiada para buscar soluciones. Un tipo inteligente. Yo, muchas veces le veía mandar un balón al anfiteatro y me decía: < Qué raro. Este, con lo que sabe jugar, ¿ cómo a chutado fuera y lo más lejos que ha podido? > Pues bueno, horas después, repasabas el vídeo del partido, veías la situación de los jugadores y tenías la respuesta: < Acertó  Beckenbauer, era lo mejor que se podía hacer.>

Este comentario es solo un ejemplo elevado a la máxima potencia. Él procuraba, siempre, jugar. Y jugar fácil, que es dificilísimo....."

Franz Beckenbauer "El Kaiser"